Por patagoniasur | 01 de mayo de 2015 | 0 comentarios
En ocasiones, aunque estemos de visita o haciendo turismo en una ciudad que no es la nuestra, nos gusta probar lugares que rompan con los platos tradicionales de la zona. Por eso te proponemos estos 5 restaurantes en Cádiz para que no solo sea
cerveza y tapitas:
El Balandro: que siempre esté lleno y que la gente espere pacientemente su turno es señal de que algo se hace bien en su cocina. Los comensales tienen 2 opciones: o mesa, algo más caro pero cómodo, o barra o pequeñas mesas altas con taburete. Esta opción te permite elegir entre una carta con 100 tapas que bien podrían ser primeros platos. Perfecto para los que les guste la combinación de sabores.
La Candela: reservar con antelación si quieres coger mesa. Es lo que tienen los restaurantes bonitos y buenos, que se demandan. La posibilidad de comer en la barra no está nada mal, sobre todo porque si te toca en la zona que da frente a la cocina, podrás ver lo bien que emplatan sus creaciones. Su carta no es muy extensa pero cuesta decidir entre los que hay. Maridar una cerveza con una hamburguesa, es solo alguna de las propuestas de este establecimiento.
Interior de La Candela, en calle Feduchy. Imagen del propio establecimiento.
La Gorda te da de comer
: si bien su cocina es más tradicional, aunque siempre con un punto personalizado, el ambiente y su decoración es lo más alejado de una taberna gaditana que te podrás encontrar en Cádiz. A destacar las exposiciones temporales que decoran sus paredes así como lo asequible de sus precios.
Avenida 28
: queso de cabra con aguacate, sangría con fruta picada, tostas de jamón con foie… ¿Hay que seguir? Por poner alguna pega, que el lugar no es muy grande y al tener una relación calidad precio más que aceptable, se llena.
La Teta de Julieta
: no parece un restaurante. ¡Ni mucho menos! Debes subir por las escaleras de una vivienda majestuosa (y es que lo era) que custodia una joven escultura con el torso desnudo para llegar hasta el comedor. Una vez allí, el mobiliario, las paredes, la decoración de la mesa… todo es digno de fotografiar. Pues a elegir plato, las sugerencias del camarero será la mejor elección porque en cuanto a calidad, no hay nada que reprochar. Y como guinda del pastel, dispone de una terrada en la última planta que bien merece una visita.