Cádiz cuenta con vestigios arquitectónicos de numerosas épocas y eso se aprecia con solo dar una paseo por sus barrios. Desde el trazado de sus calles hasta sus edificios, Cádiz es el lugar ideal para hacer un ejercicio de memoria y desempolvar del recuerdo esas clases de historia que nos daban en el colegio. Románico, colonial, árabe… Elijan que la Tacita de Plata tiene de casi todo.
Pero hoy nos vamos a quedar con una época en concreto, la medieval. La ruta propuesta se concentra en un espacio específico, los barrios del Pópulo y Santa María, dos de los más antiguos de la capital gaditana. Con una distancia que ronda los dos kilómetros, el camino a seguir se centra sobre todo en la primera barriada mencionada, la del Pópulo. Sus calles empedradas y estrechas denotan ya su antigüedad. Su trazado medieval sin embargo no es que conserve muchos restos de la época, sino que más bien se denomina así porque fue sobre esta zona de la ciudad, la más antigua reconocida hasta el momento, sobre la que posteriormente se levantaron edificios, murallas y arcos, entre otros elementos, que se conservan a día de hoy. De hecho, se preservan restos romanos, almohades e incluso una medina islámica.
Por donde empezar la ruta medieval por Cádiz
La oficina de turismo propone para realizar esta ruta partir de la Plaza de San Juan de Dios, para continuar en dirección al Arco del Pópulo del siglo XIII. A continuación, debemos buscar el Arco de la Rosa, una entrada de una muralla medieval que linda y da paso a la plaza de la Catedral Nueva. La propia iglesia, el Yacimiento Arqueológico de la Casa del Obispo y el Teatro Romano serán las siguientes paradas.
Tras un alto en el camino para tomarse una tapa o cervecita, eso lo dejamos al gusto del consumidor, proseguimos la ruta medieval hasta la Casa del Almirante, un edificio de finales del XVII, claro ejemplo de las construcciones que los comerciantes de Indias mandaban hacer en la época para demostrar su poder adquisitivo. Esta en particular, es reconocida por el mármol utilizado en el diseño de la fachada.
Mención especial se merece también el Callejón del Duende, donde cuenta la leyenda que una gaditana y un capitán francés en tiempos de la invasión napoleónica se veían a escondidas. Una vez descubierto su idilio, el fue asesinado y ella murió de pena. Verdad o mentira, la historia bien merece pasearse por el callejón de estos enamorados.
El Arco de los Blancos, situado en la calle Santa María, la Casa Lasquetty, el Convento de Santa María así como el Centro Municipal de Arte Flamenco anuncian el final de la ruta, no sin antes visitar Casa Iberoamérica, precioso museo que en su día fue la Cárcel Real. El colofón lo pone la Puerta de Tierra, límite de la ciudad del que podéis leer más en este post. ¿Dispuestos a emprender la ruta medieval por Cádiz?
Más información sobre esta ruta: pdf para descargar sobre la Ruta Medieval editado por la Oficina de Turismo de Cádiz.