Fortaleza gaditana que según dice la tradición, se levanta en el mismo lugar que antaño ocupó un antiguo templo fenicio dedicado a Moloch / Kronos. De aquella construcción no queda nada, salvo el islote donde se erigió. Posteriormente, allí se construiría una ermita dedicada a San Sebastián, de ahí el nombre, por un grupo de viajeros venecianos a los que se les permitió permanecer en la isla mientras la peste asolaba su barco. Desde aquello, que tuvo lugar en 1457, hasta ahora, ha sido un faro, fortaleza y castillo, con foso incluido y puentes levadizo. Finalmente, se el Castillo de San Sebastián se fortificó y se le añadió el malecón que hoy en día se puede ver. En la actualidad es un recinto recuperado en el que se celebran fantásticos conciertos en verano y alberga exposiciones todo el año. Un lugar singular de acceso gratuito muy conocido en Cádiz.
Playa de la Caleta
A los pies de la edificación anterior, se encuentra esta playa tan popular de Cádiz. Su blanca arena y sus aguas tranquilas, contrastan con el color de las pequeñas barcas de pescadores que en su espacio descansan. No hay foto más típica ni recuerdo más bonito que un atardecer en este punto de la ciudad.
Castillo de Santa Catalina
En Cádiz, los espacios militares tienen una segunda vida y este es el caso del Castillo de Santa Catalina. Sin abandonar la zona de La Caleta, encontramos esta fortaleza de principios del siglo XVII que hoy en día sirve de escenario cada verano para acoger espectáculos de música y danza. Sin duda, una apuesta por la recuperación del patrimonio urbano muy acertada y que encanta a todo el mundo, locales y visitantes.
Oratorio San Felipe Neri
Esta construcción, de especial interés y reconocimiento en Cádiz por haber sido sede de las Cortes que elaboraron la primera Constitución Española en 1812, sorprende al viajero cuando recorre las estrechas calles del barrio gaditano. Las lápidas en su fachada que recuerdan a los diputados doceañistas y las pilastras jónicas que las escoltan, hacen de este edificio una joya en sí mismo. En el interior, un retablo mayor de madera dorada y un lienzo realizado por Murillo, completan la lista de motivos para ser visitado. Los domingos es de entrada libre, el resto de la semana el precio es de 3 € (desempleados, pensionistas y jóvenes de 10 a 18 años, 1,50€).
Museo de Cádiz
El museo provincial es tiene su origen en 1835, con la Desamortización de Mendizabal que procuró al museo diversas pinturas procedentes de conventos exclaustrados. Pinturas de Zaurbarán, por ejemplo, pero también de Murillo o del contemporáneo Miró, figuran entre las piezas de arte más selectas de su inventario. Pero sin duda, las obras más representativas del museo son dos sarcófagos antropoides fenicios de los que te hablamos en este post. Es lo que tiene ser una ciudad trimilenaria…
FOTOS: Turismo de Cádiz.