¿Qué podemos ver en la tacita de plata sin estresarnos demasiado, sin andar corriendo de un lado a otro para ver cada rincón de esta ciudad milenaria? Respiremos y tomémonos nuestro tiempo para disfrutar de unos pocos lugares sin salirnos del centro de la capital gaditana. ¿Comenzamos?

Salimos de nuestro hotel y nos dirigimos a la Plaza de las Flores o Plaza Topete que es su verdadero nombre. Lo de las flores le viene por que durante todo el año los coloridos puestos de plantas llenan el epicentro de este lugar para gusto de todos los paseantes.

Pero retomemos: salimos del hotel, a mano izquierda y llegamos a la Plaza Candelaria para continuar hasta la Plaza del Palillero por la Calle Montañés. Una vez en el Palillero, tomamos por la calle Columela y ahí hacemos nuestro primer alto en el camino para desayunar… ¡churros! Sí, La Guapa es uno de nuestro puesto favoritos porque su masa es espectacular. Más si eres madrileño y echas de menos las porras. Este local se sitúa a las afueras del Mercado de Abastos, que será nuestra siguiente parada.




Una vez tenemos el estómago lleno, proseguimos. Aquí ha llegado el momento de tomárselo con calma porque en los pequeños detalles es donde está el verdadero deleite de esta ruta. El Mercado de Abastos es un lugar esencial en Cádiz, como os contamos en este post, porque en él se da cita la gracia, el salero, la creatividad, el buen humor, las sonrisas y como no, los fantásticos productos de la tierra y el mar gaditanos. Por eso os aconsejamos que le dediquéis un tiempo e interactuéis con los locales porque merece mucho la pena.

Una vez finalizado nuestro recorrido por la plaza, es hora de poner rumbo a la Avenida de Campo del Sur. Un paseíto junto al mar alegra cualquier mañana y despeja todos los sentidos. ¿Ya sientes el salitre en la cara?




Una vez estemos en el camino correcto, es hora de poner rumbo a la Catedral de Cádiz. Sí, esa que te está mirando con la cúpula dorada y no deja que apartes la vista de ella. Como ves, no es fácil perderse ¿verdad? Cuando llegues, te proponemos que encuentre un lugar muy especial, flanqueado por dos esculturas urbanas de color blanco. ¿Lo has localizado? En este espacio llamado Entre Catedrales tendrás una de las mejores vistas al mar. Un lugar muy singular que también te describirnos con más detenimiento en este artículo de nuestro blog.

 

Y bueno, ¿es hora de otro alto en el camino? Recuerda que hoy vamos sin prisa así que ¿por qué no nos tomamos un café en alguno de los bares de la Plaza de la Catedral? Cualquiera es válido así que eliges tu. Nosotros solo te aconsejamos que te dejes caer en la silla y contemples el ir y venir de la gente. Escuches (sí, puedes ser algo cotilla) sus conversaciones, te deleites con expresiones del lugar…

Es hora de seguir. No queda mucho porque si te has tomado tu tiempo (y eso incluye que no has madrugado mucho para salir pronto del hotel) ya estaremos cerca de la hora de comer.

Aunque claro, pensándolo bien, no podemos dejar pasar la oportunidad de ver uno de los teatro romanos mejor conservados de Europa. Es el segundo más grande la Península y su tiempo de restauración (que han sido los suyos) bien merecen la pena. Os hablamos de visitar el Antiguo Teatro Romano de Cádiz. ¡Si hasta Julio Cesar venía a verlo!

Para finalizar, ahora sí, vamos a comer o “a almorzar” como se dice en Cádiz. Hay muchos y muy buenos lugares pero para rematar el paseo, preferimos un par de lugares muy auténticos, en los que se sirven productos de Cádiz como chicharrones sobre papel de estraza o quesos de la Sierra recién cortados. Os hablamos de La Cepa Gallega
y El Chicuco
, donde os daréis un auténtico homenaje a base de picoteo “autóctono” para dar por finalizada la mañana en Cádiz.